Primero la lengua, luego al habla y ahora el discurso.

Al analizar estos tres tópicos podemos observar los cambios o enfoques para llegar al discurso.

Desde la lengua, entendida como un sistema de signos aprendida y entendida en la memoria por los hablantes, pasando por el habla, entendida como el uso que hacemos de la lengua que se nos impone y que le da mayor importancia a la palabra hablada (sin dejar de lado la palabra escrita) y que se caracteriza por ser material (oir y leer) y por ser individual, ya que es un acto voluntario en el que a través de la escritura el hablante utiliza la lengua para comunicarse, llegamos a entender que la lengua además de representar la realidad es capaz de crearla (actos del habla), entendiendo así que la lengua es "acción" y que se expresa por medio del discurso. Es así, entonces, como las palabras del discurso constituyen el acto del habla. Esto implica ser responsables y respetuosos al hablar y estar respaldados por la verdad.

Al analizar el habla, aprendimos que los símbolos no son vacíos, sino que tienen una significación. Nos damos cuenta que vamos haciendo uso del lenguaje y del habla y que vamos siendo capaces de construir significados, los cuales expresamos según nuestras necesidades comunicativas; a través del habla nos manifestamos y afirmamos nuestro pensamiento con la intensión de comunicar algo en un momento dado y en un contexto determinado. Es aquí donde aparece el discurso: este tiene formas de expresión oral (oraciones), un sentido general (como debe ser entendida las oraciones) y debe considerar quien, en que cirscunstancias y con que objetivos lo dijo. Esto último porque afecta la comunicación entre emisor y receptor.

Normalmente se entiende el discurso como un mensaje verbal dirigido a un público con el objeto de comunicar y persuadir.

Finalmente, el discurso diario es el mecanismo de comunicación y de interacción entre los seres humanos que nos permite interactuar en el contexto social, político y cultural, a través del acto personal y voluntario, haciendo uso de la lengua que se nos impone (el habla) y utilizando un sistema de signos aprendidos y entendidos en la memoria, es decir la lengua.